El interés que despierta el flamenco ha llegado hasta las matemáticas. Un estudio matemático ha intentado identificar los vínculos entre los principales estilos del flamenco y establecer el árbol de la evolución de los diferentes palos. También intenta explicar por qué algunos palos gozan de más popularidad que otros.
Según los autores del estudio, "el patrón rítmico o compás es el código que contiene la información genética de cada estilo". Por esta razón, el estudio parte del análisis del ritmo que marcan las palmas, componente básico sobre el que se construye todo lo demás: letra, armonía y melodía.
Los autores han establecido como base del estudio el fandango, la soleá, la bulería, la seguiriya y la guajira, todos ellos con patrones rítmicos ternarios. Los investigadores han aplicado dos medidas matemáticas. La primera, llamada distancia cronotónica, mide la diferencia que existe entre la representación gráfica de dos ritmos. La segunda, conocida como permutación dirigida, mide el número de permutaciones necesarias en un ritmo para que se convierta en otro distinto.