Matemáticos que han nacido o fallecido el día 15 de Febrero
Matemáticos nacidos este día: 1564 : Galileo | Matemáticos fallecidos este día: 1847 : Dandelin |
Pierre-François Verhulst y la ley logística de las poblaciones
Al matemático belga Pierre FranÇois Verhulst se le debe el modelo Verhulst para le estudio de la evolución de las poblaciones animales. Este modelo da lugar a una ecuación diferencial del tipo y'=ay(1-y) donde y es el tamaño de la población y a es un parámetro dependiente del medio.
Esta ecuación tiene como solución la función logística de Verhulst
El matemático belga Germinal Pierre Dandelin es conocido por sus trabajos en geometría y el teorema de Dandelin o teorema belga sobre la sección cónica, demuestra la equivalencia a partir de los focos y la excentricidad y su definición como secciones de un cono
El físico y astronomo italiano es conocido por establecer los fundamentos de las ciencias mecánicas asi como por la defensa de la concepción copernicana del universo que le llevo a un proceso que le obligó a abjurar.
Galileo nació en Pisa en 1564. Su padre, Vincenzo Galilei fue un músico de indudable espíritu renovador, defensor del cambio de una música religiosa enquilosada en favor de formas más modernas. El tipo de educación recibido por Galileo queda patente en las siguientes palabras de su padre:
Me parece que aquellos que sólo se basan en argumentos de autoridad para mantener sus afirmaciones, sin buscar razones que las apoyen, actúan en forma absurda. Desearía poder cuestionar libremente y responder libremente sin adulaciones. Así se comporta aquel que persigue la verdad.
A la edad de 17 años, Galileo siguió el consejo de su padre y empezó a cursar medicina en la Universidad de Pisa. Más adelante decidió cambiar al estudio de las matemáticas con el consentimiento paterno bajo la tutela del matemático Ricci (expero en fortificaciones). Su notable talento para la geometría se hizo evidente con un trabajo en el que extendía ideas de Arquímedes para calcular el centro de gravedad de una figura.
A los 25 años se le asignó la cátedra de matemáticas en Pisa y a los 28, en 1592, mejoró su situación aceptando una posición en Venecia que mantuvo hasta la edad de 46 años.
Venecia era una ciudad llena de vida, poblada por unos 150000 habitantes y dedicada al comercio. Galileo se casó en 1599 con Marina Gamba de 21 años con quien tuvo tres hijos. De entre sus amistades venecianas figura el joven noble Sagredo, quien aparece como uno de los personajes del Diálogo concerniente a los dos sistemas del mundo.
A la edad de 46 años, en 1610, Galileo desarrolló el telescopio consiguiendo gracias a ello una posición permanente con un buen sueldo en Padua. Presentó sus asombrosos descubrimientos: montañas en la luna, lunas en Júpiter, fases en Venus. Astutamente, dio el nombre de la familia Medici a las lunas de Júpiter logrando así el puesto de Matemático y Filósofo (es decir Físico) del Gran Duque de la Toscana.
Los descubrimientos astronómicos de Galileo favorecían dramáticamente al sistema copernicano, lo que presagiaba serios problemas con la Iglesia. En 1611, Galileo fue a Roma para hablar con el padre Clavius,artífice del calendario Gregoriano y líder indiscutible de la astronomía entre los jesuitas. Clavius era rehacio a creer en la existencia de montañas en la luna, actitud que dejo de defender tras observarlas a través del telescopio.
Pero, poco a poco, nuevos descubrimientos como el de las manchas solares añadidos a la inusitada contundencia de Galileo para refutar y ridiculizar a sus oponentes le fueron granjeando enemistades. La complejidad de la situación se acentuó y Galileo fue reconvenido a no defender sus ideas. El cambio de Papa, ahora Urbano VIII, inicialmente admirador de Galileo, le llevaron a aumentar el nivel de defensa de sus ideas.
En 1632, en un entrañado laberinto de permisos oficiales poco claro, Galileo publicó su Diálogo, donde su defensa acérrima del sistema heliocéntrico viene acompañada de vejaciones e insultos hacia sus enemigos. La Inquisición tomó cartas en el asunto más por desobediencia de las directivas eclesiásticas que por el propio contenido de su obra. Un largo proceso inquisitorial llevó a un viejo y decrepito Galileo a abdicar de sus ideas y verse confinado a una villa en Florencia hasta su muerte en 1642.
Galileo, padre de la ciencia moderna, defendió la matematización de la naturaleza, asentó el procedimiento científico y propició, para bien o para mal, el divorcio iglesia-ciencia. Un fragmento del mismo Galileo, característico de su estilo punzante, en respuesta a ideas defendidas por su enemigo Sarsi hace patente su forma de pensar:
En Sarsi discierno la creencia de que en el discurso filosófico se debe defender la opinión de un autor célebre, como si nuestras mentes tuvieran que mantenerse estériles y yermas si no están en consonancia con alguien más. Tal vez piense que la filosofía es un libro de ficción escrito por algún autor, como la Ilíada. Bien, Sarsi, las cosas no son así. La Filosofía está escrita en ese gran libro del universo, que se está continuamente abierto ante nosotros para que lo observemos. Pero el libro no puede comprenderse sin que antes aprendamos el lenguaje y alfabeto en que está compuesto. Está escrito en el lenguaje de las matemáticas y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es humanamente imposible entender una sóla de sus palabras. Sin ese lenguaje, navegamos en un oscuro laberinto.
El matemático inglés John James Walker, que fue tutor de la celebre familia Guinness, fue profesor de matemáticas aplicadas y física así como miembro de la Sociedad Matemática de Londres.
Escribió algunos artículos sobre mecánica teórica, pero sus artículos más elaborados fueron sobre álgebra y geometría avanzada. Walker fue un firme defensor de los cuaterniones de Hamilton y creía firmemente que no se habían utilizado lo que se merecían. Aplicó los cuaterniones a una variedad gran de problemas, en su mayoría de carácter elemental.
Los tres documentos más importantes que escribió Walker versaban sobre el análisis de curvas planas. Los documentos estaban estrechamente conectados y todos aparecieron en el Proceedings of the London Mathematical Society de Londres. Escribió artículos sobre curvas cúbicas y en esta área escribió las memorias de los diámetros de curvas cúbicas , que se publicó en el Transactions of the Royal Society en 1889 .
El matemático polaco Otto Toeplitz nació en el seno de una familia judía en la que había varios profesores de matemáticas, su padre y su abuelo paterno entre ellos.
Tras obtener su doctorado en Matemáticas en la Universidad de Breslau con una tesis en geometría algebraica, Toeplitz viajó a Gotinga para trabajar en el grupo dirigido por D. Hilbert centrado, por entonces, en la teoría de las ecuaciones integrales. De su estancia en Gotinga datan el interés de Toeplitz por las propiedades de las matrices infinitas, interés que mantendrá a lo largo de toda su carrera investigadora, dedicada en gran parte al análisis de las correspondientes formas bilineales y cuadráticas y de los sistemas de ecuaciones lineales con infinitas incógnitas, y su estrecha colaboración con E. Hellinger. En 1913 Toeplitz fue nombrado profesor de la Universidad de Kiel. Uno de sus proyectos más importantes durante su estancia allí fue la redacción con Hellinger del artículo enciclopédico sobre las ecuaciones integrales que, finalmente, apareció en 1927
Whitehead
El matemático y filósofo inglés Alfred North Whitehead a la edad de 19 años se matriculó en el Trinitiy College, para finalizar sus estudios en 1884 y continuó impartiendo clases en esta institución y en Cambridge.
Fue a finales del siglo XIX cuando escribió junto a Bertrand Russell el famosísimo Principia Mathematica, uno de los libros de filosofía matemática más importantes de toda la historia, y que lanzó al debate científico sus postulados principales.
En estos 3 tomos Alfred North Whitehead y Bertrand Russell intentaban derivar el saber matemático de la época a partir de un grupo de axiomas irrefutables. Esta definición de la matemática por la matemática se basaba en la noción abstracta de que todas las matemáticas podían sustentarse en verdades absolutas y perfectas.
Hicieron falta algunos años para que esta teoría comenzara a hacer aguas, y fue en 1931 cuando Kurt Gödel estableció que ni siquiera la aritmética básica es capaz de demostrar su consistencia esencial, algo que ocurre con todos los sistemas matemáticos más complejos.
Tras haber trabajado con Russell en esta línea de investigación, Whitehead continuó haciendo su camino independiente. En los años siguientes se concentró en problemas epistemológicos y de la filosofía de la educación, y posteriormente en problemas de tipo metafísicos, un sistema conocido como Filosofía del Proceso.
Esta corriente filosófico-metafísica se basa en parte del trabajo de los filósofos clásicos, y postula que la naturaleza de la realidad pueden comprenderse y explicarse a partir de procesos, y no de cosas estáticas. Este es un abordaje más bien diacrónico y dinámico, en lugar de sincrónico y estático. Para los procesistas el mundo se mueve a partir del cambio.
Tras haber trabajado con Russell varios años, Whitehead modificó ligeramente su punto de vista sobre la realidad. En términos metafísicos y de filosofía del proceso, Whitehead creía que no existen verdades, sino que medias verdades.
A lo largo de su vida (86 años) Whitehead publicó una veintena de trabajos y ensayos matemático-filosóficos